Desde hace al menos una década la realidad hídrica en Aconcagua es catastrófica. Con espanto, los habitantes del valle hemos visto el avance de la desertificación y la sequía sin que ningún gobierno ni autoridad estatal le haya puesto un atajo.
Precisamente, y en respuesta a esta situación, es que en junio pasado, junto con el mundo agrícola local, levantamos un petitorio estratégico. Eran 17 puntos que tenían como principal misión resguardar el recurso hídrico de las provincias de Los Andes y San Felipe, todo esto en respuesta a la decisión de la Dirección General de Aguas (DGA) de redistribuir las aguas del río Aconcagua para el llenado del embalse Los Aromos.
En este documento, destacaban los siguientes ítems:
1- Incorporar en la redistribución y restricción a las aguas subterráneas.
2- Declarar agotadas todas las fuentes de la cuenca para detener el sobre otorgamiento de derechos de aguas subterráneas y superficiales.
3- Establecer fechas concisas para el cumplimiento de los de compromisos adquiridos en el Plan de Obras (3 de junio 2020).
4- Comprometer a las empresas sanitarias del litoral con la obtención de nuevas fuentes de agua y recuperación de aguas grises de la región.
5- Asegurar la llegada de agua a las colas de los principales Canales de las comunas, mediante el otorgamiento de una batería de pozos para cada provincia en conjunto de sistemas de almacenaje que permita asegurar la distribución local.
6- Creación de red de monitoreo de humedad de suelo, y red de monitoreo agroclimático que apoye a la estructura de predicciones hidro climáticas y que se actualice trimestralmente, generando oportunidades de proyección de cultivos acorde a la disponibilidad proyectada.
Lamentablemente, hasta la fecha, no hemos tenido respuesta y, a todo esto, ahora se suma una nueva medida. La resolución N°972, que ordena a las comunas de la Provincia de Los Andes aumentar el aporte en la estación de San Felipe de 1,3 m3/s a 11 m3/s, mientras que, en la semana, se mantienen las 42 horas de turno de fin de semana y el aporte a Esval.
Sin duda, vemos con preocupación esta determinación, pues afectará aún más la ya compleja distribución de recurso hídrico para nuestros pequeños y medianos agricultores, quienes ven diariamente dificultada la tarea de riego para sus producciones. En desmedro de ellos, siguen viéndose beneficiados los de siempre, aquellos que producen monocultivos que secan nuestro valle, y que impide el cultivo de uva de mesa y de otros frutos que desde siempre se han producido en estas tierras.
Reitero mi total apoyo a los regantes de la comuna y a la Primera Sección del Río Aconcagua. Por ello, ni llamado, como Alcalde, es a la organización de nuestras comunidades en defensa del agua como un derecho de todos los aconcagüinos; porque en temas hídricos no puede haber ciudadanos de primera y segunda categoría. Es imposible que dejemos morir nuestro valle. Seremos enérgicos en decir fuerte y claro que basta de seguir siendo el patio trasero de la Región de Valparaíso.
Christian Ortega Villagras
Alcalde de San Esteban