Un hito marcó la realización del primer Festival Intercultural de Cine Migrante de Aconcagua – F.I.C.M.A., instancia de dos jornadas que se realizó en coordinación entre la Oficina de Migración de la Municipalidad de Los Andes con diversos artistas, expositores y realizadores del Valle de Aconcagua.
En palabras de Francisco Iturriaga, encargado de la oficina municipal de migración, el F.I.C.M.A. surgió como parte del plan de acción de la mencionada oficina, cuyo propósito principal busca entregar conocimientos a la comunidad andina sobre el proceso migratorio y desmitificar concepciones e imaginarios comunitarios que muchas veces nos llevan a generar desencuentros.
“Quisimos poner en valor historias de muchas personas, mostrar que la migración es una práctica cotidiana e intrínseca del ser humano y que muchas veces forma parte de nuestra identidad. Este festival dio la oportunidad de generar puentes de inclusión, para poder tener comunidades integradas y sacar la mejor experiencia de esta vinculación, de este choque cultural”.
Cine, fotografía, exposiciones, conversatorios, fueron parte de las dos jornadas. El miércoles comenzó con una selección de la Escuela Popular de Cine: Por que vomitan de Bárbara Gajardo, Rayos Verdes (Trabajo Colectivo) y Deja que ladren, de Gustavo Castillo. También una selección de obras del poeta de origen haitiano Makanaky, con declamaciones del artista y de Collao Litre. Fueron parte de la muestra una presentación fotográfica “Campamento Yevide” de Felipe Maldini y otra presentación pictórica denominada “Acercamiento andino” de Manuela Po.
En la segunda jornada se realizó una selección orientada a infancia y adolescencia por la mañana, mientras que para el cierre se exhibió una selección de cine nacional con “Petit Frère”, de Rodrigo Robledo y Roberto Collío, un documental que analiza la difícil realidad de la primera generación de inmigrantes haitianos en Chile.
Para Carlos Lertora, productor del FICMA la evaluación es positiva: “para mi absolutamente es un súper logro, creo que se instaura un hito para la ciudad y para Aconcagua de algo que tiene que crecer, esperando que se repita en el futuro”.